¡Vuelta al cole sin piojos!

El mes de septiembre es sinónimo de vuelta al cole. Ya han acabado las vacaciones en la playa, en el campo, en el pueblo con los abuelos… Es momento de reencuentro con los amigos, de conocer a los nuevos profesores, de estrenar la nueva mochila, las libretas, de desempolvar los uniformes…. Es momento también de ¡los temidos piojos! Sí, junto a la vuelta al cole de nuestros hijos e hijas, los piojillos retornan también a las aulas (y a nuestras vidas. Uff). No desesperes. En Vita33.com te recomendamos una serie de productos específicos que no irritan la piel ni son agresivos para la dermis de los más pequeños para prevenir y tratar la aparición de estos indeseables bichitos. Toma nota.

Antes que nada, conozcamos un poco el modus operandi de los piojos. Los piojos adultos tienen seis patas, que terminan en una especie de garfios para adherirse bien al pelo. Su color varía entre el beig y el gris y cuando se alimentan de nuestra sangre suelen tornarse en un tono más oscuro. Para ello, inyectan una saliva que produce irritación, inflamación y picazón en el cuero cabelludo, un proceso infeccioso que se conoce por el término técnico de pediculosis. 

La situación se complica un poquito más porque al sentir la sensación de picor, nos rascamos y eso nos produce pequeñas heriditas en la cabeza. Por eso, es tan importante saber los productos que usamos en la cabeza de nuestros hijos (o en nosotros mismos, si nos hemos infectado), ya que si son muy agresivos no puede emplearse en cabezas llenas de costras. Hay que esperar a que se curen. Más hacia adelante, os hablaremos de los productos naturales eficaces para tratar estos indeseables compañeros. 

Al fecundarse las hembras, estas sueltan unos huevos, llamados liendres, que se adhieren al cabello humano mediante una sustancia similar al pegamento y que es resistente al agua. Por ese motivo, ya puedes lavar el cabello cuantas veces quieras o cepillarlo que no se desprenderán. El vinagre puede ayudar a que se desprendan con facilidad con un peine liendrera, pero no elimina estos huevecillos del pelo. 

¿Cómo se contagian? Bien, erróneamente a lo que se cree, los piojos no saltan, ni vuelan. Por si solos no pueden trasladarse de una cabeza a otra. El contagio se produce al juntarse dos cabezas, por ejemplo, al abrazarse dos personas o compartir almohada. También mediante el intercambio de utensilios infectados: peines, gorras, gomas del pelo, etc. 

Una vez que el piojo hembra logra instalarse en la cabeza de un niño, deposita sus huevos y empieza a infectar la zona con las liendres, que no se contagian; solo se comparten los piojos. Suelen estar en zonas próximas al cuero cabelludo para que tengan el calor suficiente para que de los huevos nazcan las crías, conocidas como ninfas, de color claro. La zona de la nuca o detrás de las orejas suelen ser sus sitios favoritos. Entre nueve y doce días después, se convierten en adultos. Suele vivir unos 30 días en la cabeza humana, ahí es nada. 

Un mito que ha caído ya por su propio peso es creer que los piojos son consecuencia de la falta de higiene. Es más. Les gusta mucho las cabezas bien limpitas porque así acceden con facilidad al cuero cabelludo en busca de alimento. En cuanto al sexo, los estudios demuestran que suelen infectar más a niñas que a niños. Pero esto se debe a una razón clara: la longitud del pelo y la forma de comportarse. Las niñas llevan el pelo más largo, ideal para dar calorcito a estos bichejos, y son más propensas a darse abrazos, compartir adornos para el pelo y otros enseres. Los nenes se contagian también, claro, pero con menos frecuencia y su erradicación es más fácil. 

Otro error común es creer que con el cloro de la piscina, ahora en verano, se puede atajar la plaga de piojos. Estos especímenes son muy listos y pueden cerrar sus orificios para sobrevivir en el agua. El cloro no les hace ni cosquillas… La mejor solución es el uso de productos específicos y paciencia, mucha paciencia. Ahora os explicamos qué hacer. 

Aunque la infestación por piojos se conoce desde hace más de 3.000 años, no es hasta cerca de los años 40 del siglo XX cuando se empezaron a desarrollar productos eficaces para acabar con los piojos con sustancias como el clorofenotano o DDT, sustancias altamente tóxicas. Hoy en día existen en el mercado un sinfín de tratamientos, sin embargo, en Vita33 te recomendamos productos naturales, no nocivos para los pequeños, que evitan que se les irrite la piel, al tiempo que ayudan a eliminar su presencia. 

La gama Pludepoux de So’Bio Étic cuenta con un tratamiento completo, 100% natural y certificado, para eliminar los piojos, a la vez que contribuye a calmar el cuero cabelludo y repeler su presencia. Puede ser usado en niños desde los tres años. No es recomendable, eso sí, para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Está formulado con seis aceites esenciales y aguas florales ecológicas, con probada eficacia para repeler estos insectos. 

Comienza primero por una loción capilar anti-piojos. Hay que repartirla en la totalidad del cabello y dejar actuar durante toda la noche. Después, se lava el pelo con el champú, que nos puede servir tanto en caso de infección como preventivo. Hay que dejarlo actuar unos 15 minutos si hay piojos.  Para prevenir, completa el tratamiento con el spray. Hay que vaporizar el cabello y detrás de las orejas. Se puede aplicar también en gorros, capuchas, bufandas, cojines, sofás y asientos del coche. 

El champú antipiojos Wild n Crazy Kids Champú de fresa y limón de DGJ Organics contiene repelentes naturales de árbol del té y limón para ayudar a mantener a raya a los piojos en la cabeza. El olor a fresa y a limón contrarresta el peculiar aroma del aceite esencial del árbol del té, que no gusta mucho a los más pequeños ¡aunque es súper eficaz! 

Un fondo de armario en este asunto de atajar los piojos: aceite puro de árbol de té de Naturcos. El aceite de árbol del té es uno de los productos naturales más potentes como desinfectante, higienizante y repelente que hay. Para ello, se pueden añadir gotas de esta esencia en el champú que usemos de forma habitual. 

Aunque su mera mención nos produce picores (y, por qué no decirlo, escalofríos), los piojos son parte de la vida escolar, tanto de nuestros pequeños como de nosotros mismos, que hemos de enfrentarnos a este problema doméstico. La prevención, la precaución (intentar no compartir accesorios capilares) y el tratamiento con paciencia ayudarán a que estos indeseables bichitos no supongan un quebradero de cabeza en nuestro hogar. 

¡Hasta la semana que viene!